Tener certeza es algo que es innato a nuestra humanidad, por más flexibles, mente abierta que seamos, siempre hay un pedazo de nosotros que quiere controlar, que quiere saberlo todo y ojalá tener una “bola de cristal” que lea el futuro y nos ayude incluso a cambiar comportamientos. Sin embargo, es tan ambiguo y etéreo el mundo hoy, que todos sin excepción alguna, nos hemos visto obligados a relacionarnos con un término que aún es representado como el monstruo de la película, “incertidumbre”.
Nuestra mente se encarga de ponernos en el papel de la “loca de la casa” con preguntas sin control como:
¿Y si hay recesión y nos quedamos sin trabajo?
¿Y si salen un millón mas de variables del COVID y esto no se acaba?
¿Y si el dólar sigue subiendo en mi país entonces qué voy a hacer?
Y si la industria en la que trabajo se golpea aún más por la suma pandemia, recesión, política de país, economía etc, ¿Qué voy a hacer? ¿Qué plan B debo crear? ¿Debería tener un plan B o incluso un plan C?
A esta lista súmale todas las preguntas que en algún momento han pasado por tu cabeza y que en muchas ocasiones te han quitado el sueño.
Hazte un favor DETENTE, la incertidumbre jamás se va a ir, de hecho, siempre ha estado, quizás nunca había estado tan nombrada y tan presente, porque jamás habíamos pasado por situaciones que pusieran en jaque a la humanidad completa; aunque suene duro, veníamos acostumbrados a que lo que le pasara al de al lado no tenía nada que ver con nosotros y la vida seguía igual.
El mundo actual necesita que seamos creativos, necesita que cambiemos procesos, que creemos productos nuevos, formas diferentes de hacer las cosas. Nosotros como humanidad estamos ávidos de vernos y sentirnos diferentes, pero la certeza de que todo va a salir bien y nada se va a salir de “tu control” es poco viable que la tengas.
¿Sabes? La incertidumbre es milagrosa, te obliga a cosas fantásticas como:
- Detenerte: Parar la cabeza y el monkey mind.
- Respirar: La respiración te conecta con la vida, oxigena tu sangre, tu cerebro, promueve la neuroplasticidad. Te mantiene en el HOY.
- Centrarte: Hazte las preguntas fundamentales. ¿Qué está pasando hoy? ¿Qué retos tienes? ¿Qué miedos, ansiedades o preocupaciones sientes cuando piensas en esos retos.
- Recalibrar: Vuelve los problemas retos y míralos como oportunidades.
- Imaginar: Cuando los retos los conviertes en oportunidades, abres la mente a mundos nuevos. Hazte preguntas locas y hasta incoherentes en algunos casos ¿Qué harían los marcianos para resolver aquello que te pasa acá en la tierra? – Ríete, pero te aseguro que cuando haces preguntas de ese estilo el sinnúmero de ideas que se vienen a tu cabeza merecen un cuaderno especial que dediques a los momentos de IMAGINACIÓN.
- Accionar: Cuando te tomas el tiempo de imaginar, mentalizar, ordenar esas ideas y poner en orden todo lo que tienes en frente le abres la ventana a CREAR.
Carl Jung decía “todo es cuestión de física” y Osho en su libro de creatividad nos dice: “La energía necesita trabajo, si no estará inquieta. La energía necesita expresión, la energía necesita ser creativa. Si no, la misma energía enroscada dentro se convertirá en una dolencia, en una enfermedad”
No dejes que la incertidumbre te enferme, úsala para abrir la llave mágica de la creatividad.
#goforitnow
Referencia: Blog | Ana Rojas